Las urgencias dentales son unas de las situaciones médicas más comunes por golpes y accidentes. Acudir de urgencia al dentista es, además, más habitual en niños por los riesgos que se derivan de los juegos y la actividad física que desarrollan, siendo un tipo de emergencia en ocasiones escandalosas y de dolor intenso, por lo que requiere de atención temprana y es fundamental saber cómo enfrentarlas adecuadamente. Desde un dolor punzante en una muela hasta un trauma que afecta los dientes, se requiere atención rápida y adecuada para evitar complicaciones y por ello, en este artículo veremos algunas de las principales urgencias dentales, sus causas, síntomas y cómo se pueden manejar de manera efectiva.
Causas por las que ir al dentista de manera urgente
1. Dolor de muelas severo
El dolor de muelas es una de las urgencias dentales más comunes y puede ser causado por diversas razones, como caries profundas, infecciones en la raíz o abscesos. En la mayoría de los casos no se considera urgencia como tal, ya que suele ser progresivo y se puede coger cita con el odontólogo. Pero bien si es repentino o por aumento del dolor intenso e incesante (y por dejadez o falta de tiempo no hemos visitado al dentista) que puede ser casi insoportable, existen medidas temporales que puedes tomar antes de llegar a la consulta de un profesional:
- Enjuague con agua tibia y sal para reducir la inflamación.
- Utiliza hilo dental con cuidado para asegurarte de que no haya restos de alimentos atrapados.
- Aplica compresas frías en el área afectada para aliviar la inflamación.
- Evita alimentos extremadamente fríos o calientes, así como los que sean duros de masticar.
Sin embargo, es importante programar una cita con tu dentista lo antes posible para identificar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado, sobre todo si observamos que el dolor ha derivado en un proceso febril.
2. Dientes fracturados o astillados
Los dientes fracturados o astillados son urgencias dentales comunes, a menudo causadas por un trauma o accidente. Si experimentas este problema, sigue estos pasos:
- Lava tu boca con agua tibia para limpiar el área.
- Si hay sangrado, aplica una gasa suave para detenerlo.
- Recoge cualquier fragmento dental que puedas encontrar y guárdalo en leche o saliva hasta que puedas ver a un dentista.
- Si hay dolor y este no fuera soportable hasta la visita al dentista, puedes tomar algún tipo de analgésicos común (que ya te fuese recetado o no la necesite y sepas que no es contraproducente. Abogamos siempre por la NO automedicación y consultar al profesional).
Busca atención dental de inmediato para que el dentista evalúe la gravedad del daño y determine el tratamiento necesario, que podría incluir la restauración del diente con un empaste o corona.
3. Extracción de diente inesperada (traumatismo)
Aunque no es la situación más común, ya que los golpes y traumatismos suelen romper o astillar los dientes, puede darse el caso de que provoquen la extracción. En dicho caso, obvia decir que la visita urgente al odontólogo es obligada, pero os damos unos consejos esenciales previos:
- Enjuaga el área con agua tibia para eliminar cualquier residuo.
- Muerde una gasa limpia en el área para detener el sangrado.
- Aplica compresas frías en el exterior de la boca para reducir la hinchazón.
- Localiza el diente y enjuáguelo suavemente con agua sosteniéndolo por la corona.
Guarda el diente en leche o saliva y acude a un dentista de inmediato. En algunos casos, si se actúa rápidamente, es posible volver a implantar el diente.
4. Absceso dental
Un absceso dental es una infección grave que afecta la raíz del diente o el espacio entre los dientes y las encías. Los síntomas incluyen hinchazón, dolor intenso, fiebre y mal sabor en la boca. Debido a su naturaleza infecciosa, es crucial buscar atención profesional inmediata. Mientras esperas la cita con el dentista, puedes enjuagar con agua salada tibia para aliviar el dolor y reducir la infección.
5. Dolor o presión en la mandíbula
Si sientes dolor o presión en la mandíbula, especialmente si está acompañado de dificultad para abrir o cerrar la boca, podría ser un signo de problemas en la articulación temporomandibular (ATM) que requieren atención dental.
6. Sangrado persistente
En ocasiones, cepillarse los dientes con demasiada fuerza o utilizar un cepillo de cerdas muy duras puede ser motivo de sangrado de encías. Pero estos motivos no justifican un sangrado continuo y persistente, por lo que sería conveniente una visita al especialista ya que, puede significar otro tipo de problema a nivel alimenticio, falta de vitamina, por ingesta de algún tipo de medicamento o, por ejemplo, una prótesis mal ajustada. Y, por supuesto, si experimentas un sangrado continuo después de un procedimiento dental, extracción o lesión en la boca, es importante detenerlo y buscar atención profesional.
Las urgencias dentales, como urgencias que son, pueden ocurrir en cualquier momento y, saber cómo reaccionar adecuadamente puede marcar la diferencia en la salud bucal a largo plazo. Siempre debemos tener en cuenta que la PRIMERA Y MÁS EFECTIVA MEDIDA es buscar la atención de un profesional médico o dentista ante cualquier emergencia bucodental. Además, la prevención juega un papel fundamental en la reducción de riesgos. Existen accidentes cuyas consecuencias no están siempre en nuestra mano, aunque sí las medidas a tomar. Y por otro lado, tenemos las costumbres salubres y una buena higiene bucal que sí dependen completamente de nosotros para evitar problemas bucodentales que deriven en problemas o urgencias futuras. Mantener dicha higiene, visitar regularmente al dentista y evitar actividades que puedan causar trauma dental son formas efectivas de prevenir muchas de las urgencias que hemos visto en este artículo. Recuerda que #LaSaludDeTuBoca es esencial para tu bienestar general.